En memoria
Louie Spagnola
(1971-2023)
Los dulces sonidos de Smokey Robinson, Al Green y otros clásicos del R&B llenaban el estudio cada vez que Louie Spagnola estaba en NIAD.
Originario de Gilroy, California, Louie vivió en el Área de la Bahía durante casi treinta años, fue residente de Richmond y artista de NIAD durante cuatro años. Describió su trabajo como terapéutico y tan reconfortante como la música que sonaba a través de su altavoz.
Gilroy, un valle cálido situado entre dos montañas, es el hogar del mundialmente famoso Festival del Ajo de Gilroy. Louie era mitad italiano y mitad mexicano y creció en el lado este de la ciudad, donde hay una comunidad mexicana predominante. Louie dijo que su trabajo estaba influenciado por la cultura chicana con la que se identifica.
Louie trabajó en varios medios en el NIAD, incluyendo grabados y cerámica, pero gravitó más hacia el dibujo en papel y madera bajo la dirección del facilitador del estudio del NIAD, Andrés Cisneros-Galindo. Los temas recurrentes en el trabajo de Louie incluyen cruces rodeadas de corazones y nubes, que creó con plantillas cortadas a mano y sombreado. Sus cruces también suelen tener rosas que cuelgan hacia arriba. Cuando se le preguntó si era una persona de fe, Louie respondió que sí. Sin embargo, más allá de la iconografía religiosa, la cruz adquirió otro significado especial para Louie.
La cruz es un pilar que representaba tanto a su madre como a su propia fuerza interior. La madre de Louie, Francis Hail, era la amorosa matriarca de la familia que falleció en 2018 después de una larga batalla contra una enfermedad. Las cruces le recordaban a su madre y su inquebrantable resistencia. Después de su muerte, Louie asumió el papel de pilar para sus hermanos y hermanas. En otras obras que realizó, como una de corazones de cerámica unidos, los corazones simbolizaban el vínculo eterno entre Louie y su madre.
Louie dijo que consideraba a la gente del NIAD como una segunda familia y que le ofrecía mucho apoyo como si fuera un equipo. Dijo que esperaba con ansias asistir al NIAD cada semana y aprender nuevas técnicas de arte. Contento con el clima más fresco del Área de la Bahía, Louie nunca imaginó regresar a vivir en Gilroy, pero honró fielmente a su comunidad y, lo más importante, a su madre, en sus obras de arte y con la música sincera que tocaba.