Colección: Fuerzas transformadoras, seleccionadas por Gülşah Mursaloğlu (exposición en línea)

Sobre la exposición

Mientras la sangre se filtraba en su cerebro, soñó que había entrado en un nuevo episodio del tiempo, en el que ella y la piedra se volverían una sola cosa a través de la repetición y la decadencia sin fin de todas las cosas en el universo. Moléculas que habían existido en su cuerpo “Se unirían a las moléculas de la piedra, una y otra vez, siglo tras siglo. La carne se convertiría en piedra y la piedra en carne, y algún día se encontrarían en la boca de un pájaro” - Louise Erdrich, La piedra

A medida que nos acercamos al final de nuestro tercer mes de cuarentena* aquí en Estambul –y en otros lugares del mundo-, los medios de comunicación han utilizado muchas palabras y frases para describir la pandemia actual, como “crisis”, “brote”, “desastre” y “calamidad”, entre otras. Cuanto más pienso en los acontecimientos que se han desarrollado en los últimos meses, más empiezo a percibir el virus como una fuerza transformadora, que pone de relieve las desigualdades omnipresentes y las estructuras de poder disfuncionales a medida que se propaga por el mundo. Las fuerzas transformadoras pueden adoptar muchas formas, como las amistades, la influencia de las palabras de quienes se han ido hace mucho tiempo, terremotos que sacuden el suelo o un viento que mueve rocas sedimentarias. Se presentan en múltiples escalas y sus efectos varían en un espectro; pueden acabar con las vidas de muchas personas o cambiar la perspectiva de una persona sobre un tema menor. Pero no importa de qué tamaño sean, una cosa siempre es segura: siempre traen consigo cambios, así como una visión de las condiciones preexistentes. A través de esta pandemia y sus efectos, nos estamos dando cuenta de que hemos construido tantas estructuras y modos de comportamiento que son perjudiciales para muchos de nosotros y las otras especies con las que compartimos el planeta. En esta selección, traté de elegir obras de la colección que aluden a fuerzas transformadoras; ya sea una luz que conecta a las personas con las sombras, una licuadora que crea una cacofonía en su órbita o un pico que devora el montículo cercano.

*Este texto fue escrito en junio de 2020, en Estambul, Turquía.

Acerca del selector

Gülşah Mursaloğlu (1989, Estambul) se licenció en Sociología en la Universidad Boğaziçi de Estambul y obtuvo su máster en Bellas Artes en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago. En sus obras, explora la materialidad, la acción de la materia y las temporalidades humanas y no humanas. Sus instalaciones, que surgen tras un profundo y extenso proceso de investigación, no permanecen estables en su forma, sino que se manifiestan como sistemas dinámicos y fluidos a través de su naturaleza efímera.

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